Pasaron 13 años desde que Mercedes San Millán puso en marcha Comé Sano, una pyme con la que buscaba influir de manera positiva en la vida de sus clientes.
«En gastronomía lo lindo es que siempre se necesita la mano del ser humano, si bien se pueden optimizar otras cosas con tecnología, el crecimiento viene de la mano del personal, porque se necesita producción y se necesita atención. Es producto y es servicio”.
Hoy, el servicio de Comé Sano llegó también a la Puna, a través de una minera con explotaciones en la zona. Y también lograron adjudicar el servicio en la confitería de la Universidad Católica de Salta (Ucasal), además de Colegios Privados, empresas y clientes particulares.